Ciudad de México, 25 de julio de 2006. Científicos, organizaciones de productores y ONG proponen a las autoridades ambientales y de agricultura 7 puntos básicos para proteger el maíz mexicano y cumplir con la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados. Durante la lectura del Manifiesto por la Protección del Maíz Mexicano resaltaron que la protección del maíz es un asunto de seguridad nacional y que debe abordarse desde el enfoque precautorio para así garantizar la conservación in situ y ex situ del germoplasma que actualmente existe de este cultivo en México.
El Manifiesto es el primer resultado del taller de discusión sobre el régimen especial de protección del maíz en la Ley de Bioseguridad, realizado el pasado 12 de junio en la Cámara de Diputados. En él coincidieron académicos, investigadores especialistas en maíz, productores, ONG y público general. Entre los firmantes se encuentran los científicos José Antonio Serratos, Elena Álvarez-Buylla y Antonio Turrent, redactores de dos capítulos del reporte Maíz y biodiversidad, los efectos del maíz transgénico en México para la Comisión para la Cooperación Ambiental; las organizaciones de
productores UNORCA-EdoMéx., Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo, A. C.; las ong Grupo de Estudios Ambientales A. C., Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas en México, Greenpeace México, A. C., Programa de Agroecología GIRA, A. C.
Es muy importante estar promoviendo este Manifiesto pues significa una alianza entre investigadores independientes y las organizaciones de la sociedad civil, declaró Catherine Marielle del Grupo de Estudios Ambientales, A. C. México es el centro de origen del maíz y todo el territorio nacional es un centro de diversidad dada la distribución actual de razas y variedades criollas de este cultivo.
Las variedades de maíz que hoy conocemos son producto del trabajo de más de 300 generaciones de comunidades rurales e indígenas mexicanas, recordó el Dr. Antonio Turrent, investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap). También alertó que el peligro que esta diversidad enfrenta es la siembra de variedades transgénicas por la contaminación genética que provocan al acumular ADN extraño en las variedades criollas.
Con respecto a las intenciones de siembra de maíz transgénico en México, la doctora Elena Álvarez-Buylla, del Instituto de Ecología de la UNAM demandó que cualquier decisión en torno a la utilización de maíz transgénico en nuestro país requiere una consulta dentro del Consejo Consultivo de Científicos de Cibiogem, consejo que debe quedar integrado integrado por académicos independientes y sin ningún tipo de conflicto
de intereses.
En el mismo sentido se expresó el doctor José Antonio Serratos, investigador de El Colegio de México, para quien el establecimiento de un régimen de protección especial de maíz debe ser un ejercicio transparente, plural y multidisciplinario. Aún no se tienen datos firmes sobre la presencia de transgenes en las razas criollas en todo el territorio nacional, los firmantes consideran imprescindible impedir las siembras en campos abiertos bajo cualquier régimen (experimental, piloto o comercial) pues será imposible distinguir el posible flujo génico de éstas del flujo que ya pudo haber ocurrido.
El Manifiesto propone que el Régimen de Protección Especial de Maíz, previsto en el Art. 2, fracción XI de la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados, contemple:
1) la protección del maíz mexicano como un asunto de seguridad nacional que aplique el enfoque y el principio precautorios, y garantice la conservación in situ y ex situ de germoplasma; además de fomentar, desarrollar y hacer uso de la diversidad del maíz mexicano;
2) la opinión de las comunidades rurales e indígenas y con la participación de
académicos, científicos, consumidores, productores y los diferentes niveles de gobierno;
3) la protección de la diversidad del maíz adoptando medidas derivadas de proyectos de investigación en bioseguridad y recomendaciones que se han aportado a lo largo de más de 10 años de la liberación de maíz transgénico en los Estados Unidos;
4) que se aseguren y destinen recursos para ejercer un monitoreo amplio, independiente y plural sobre el estado de contaminación actual de las variedades de maíz que existen en nuestro territorio y tomar medidas para revertirla;
5) la prohibición de manera permanente del desarrollo de productos industriales no comestibles, de vacunas y proteínas experimentales de uso terapéutico que utilizan al maíz como sistema de expresión; además de asegurar que no ingresen a territorio nacional materiales reproductivos o vegetativos viables de estas líneas;
6) asegurar procesos y mecanismos que hagan llegar a todos los sectores de la sociedad mexicana la información más relevante acerca del maíz transgénico;
7) la reinstalación de la moratoria al cultivo en campo abierto de maíz transgénico hasta que se implemente un Programa Multidisciplinario de Protección de la Diversidad del Maíz Mexicano
El Manifiesto puede consultarse y firmarse en:
www.gea-ac.org. Notas:
1) The Economics of pharmaceutical crops, Union of Concern Scientists, Universidad de Iowa, EU, diciembre, 2005.
2) Gone to seed. Transgenic contaminants in the tradicional seed suply, Union of Concern Scientists, EU, 2004 y La coexistencia imposible. Siete años de transgénicos contaminan el maíz ecológico y el convencional: una aproximación a partir de los casos de Cataluña y Aragón, España, 2006.
Para mayor información comunicarse con el doctor José Antonio Serratos al tel. 5449 3000 ext. 4058.
http://www.gea-ac.org/