enero 25, 2007

El maíz transgénico mejorará la productividad: Monsanto

ANGELICA ENCISCO L.

Debido a la situación que enfrenta México por el abasto de maíz, la trasnacional Monsanto afirmó que el transgénico resolverá los problemas de productividad y espera que este año se autoricen los permisos para cultivos experimentales. Respondió a sus críticos acerca de los eventuales riesgos que este cultivo podría ocasionar, como la "contaminación" de las siembras tradicionales, y estimó que más que un daño, puede ser un "beneficio".

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enero 22, 2007

alimento = humano

el trabajo en cooperación nos alimenta


ningún conocimiento vale la pena si no sirve para el fotalecimiento y desarrollo de la comunidad


la unión alimenta, el maíz reune

.

Mientras en México empresas y gobierno intentan imponerlos, crece el rechazo mundial a los transgénicos

Boletín 0703 / 18 de enero de 2007

Mientras en nuestro país la industria transgénica y los biotecnólogos aprovechan la crisis en el precio de la tortilla para promover las siembras de maíz transgénico, en el mundo aumenta el rechazo de agricultores, campesinos y gobiernos a esta tecnología, dio a conocer Greenpeace.



"En México la industria biotecnológica pretende engañar a la sociedad y convencer a las autoridades para aprobar la siembra de transgénicos en México, prometiendo altos rendimientos y disminución de uso de agrotóxicos, lo que no han comprobado ni siquiera en Estados Unidos, de acuerdo a un reporte de abril del 2006 del propio Departamento de Agricultura (USDA) de ese país (1)", dijo Areli Carreón, de la campaña de transgénicos de Greenpeace México.



"Los transgénicos no son una solución para la producción de maíz en México porque no contamos con las condiciones de producción que requieren para prosperar, esto es, amplias extensiones de monocultivo altamente tecnificado, con riego y con el uso de un paquete tecnológico que los campesinos mexicanos no pueden costear. Para que se cumpliera la promesa de elevar los rendimientos de maíz a los niveles de los Estados Unidos con estas semillas tendríamos que modificar nuestra orografía, nuestra disponibilidad de agua, la tenencia de la tierra y cambiar nuestra cultura, forjada alrededor del maíz. En pocas palabras tendríamos que dejar de ser México".



La verdadera solución para mejorar la producción del maíz requiere de un cambio de fondo en las políticas públicas para el campo y la producción de alimentos, como hemos coincidido ambientalistas, organizaciones campesinas, indígenas, sociales y científicos e investigadores. Antes que permitir la siembra de transgénicos, el gobierno de México debe invertir en proteger y cultivar nuestra biodiversidad de maíz está perfectamente adaptada para resistir a plagas, sequía, inundación, viento, alcalinidad o acidez de los suelos. Esta riqueza genética es un patrimonio exclusivamente mexicano que debemos proteger y aquilatar.



"¿Por qué vamos a apostarle a una tecnología riesgosa para la salud y el medio ambiente, propiedad privada de unas cuantas corporaciones transnacionales que cobran regalías por su uso, que incrementa el uso de agrotóxicos dañinos y que es rechazada por los consumidores de mercados globales tan importantes como Europa, China, Japón y Australia? ¿Debemos permitir la contaminación de nuestra riqueza genética de maíz, sólo porque es un buen negocio para unas cuantas corporaciones transnacionales?", preguntó Carreón.



"Hoy aparece el reporte anual de ISAAA (International Service for the Acquisition of Agri-biotech Applications) dando cifras alegres inverosímiles sobre el supuesto crecimiento del uso de los transgénicos en el mundo. Estos datos se sustentan sólo en información provista por las propias compañías dueñas de esta tecnología, interesadas en impulsar su uso. No son una fuente imparcial y fiable de información. Las promesas falsas, el engaño y la falta de información sobre los transgénicos son las herramientas con las que las corporaciones biotecnológicas pretenden hacer jugosos negocios en México, poniendo en peligro de contaminación irreversible nuestro país, centro de origen y biodiversidad del maíz", dijo Carreón.


Rechazo global a los transgénicos, documenta Greenpeace

El documento Reacción global contra los transgénicos en 2006, publicado hoy por Greenpeace Internacional, provee evidencia sólida del rechazo global de agricultores, consumidores y gobiernos a la siembra de transgénicos. Este documento fue presentado en el contexto del lanzamiento del reporte anual de ISAAA (International Service for the Acquisition of Agri-biotech Applications), organización financiada por la industria agroquímica.

"Hay evidencia irrefutable de que gobiernos, agricultores y consumidores alrededor del mundo reconocen que los transgénicos son impredecibles, inviables o sin duda peligrosos", dijo Jeremy Tager, de Greenpeace International, "La reacción de los mercados globales al reciente escándalo de contaminación del arroz con transgénicos es de grandes proporciones ya que algunos países han decidido prohibir el cultivo de todos los transgénicos en sus territorios. Rumania, por ejemplo, que tenía 85 mil hectáreas sembradas con soya transgénica en el 2005, reducirá esa superficie a cero en este año"





Notas:



1. The First Decade of Genetically Engineered Crops in the United States USDA, abril, 2006, página 9 elaborado por Jorge Fernández-Cornejo y Margriet Caswell.

2. Vea el Reporte Reacción global contra los transgénicos en 2006 en: http://www.greenpeace.org/international/press/reports

enero 19, 2007

CNPA CONOC* EL BARZÓN-ANPAP

Comunicado de prensa: 17 de enero de 2007

Las organizaciones campesinas nos pronunciamos contra el alza especulativa en los precios de las tortillas, a favor de una nueva política de soberanía y seguridad alimentaría y nutricional y por la exclusión del maíz del TLCAN

Las organizaciones campesinas abajo firmantes nos pronunciamos contra el alza especulativa en los precios de las tortillas propiciada por el gobierno de Felipe Calderón que afecta a la mayoría de los mexicanos, principalmente a la población de bajos ingresos, y beneficia a unas cuantas grandes empresas agroalimentarias mexicanas y estadounidenses.

1.

¿Cuáles son las causas inmediatas de la criminal e ilegal alza en los precios de las tortillas?
1.

El desmantelamiento de la producción campesina de maíz y la dependencia de las importaciones de maíz propiciada por los gobiernos neoliberales desde 1994 con la entrada en vigor del TLCAN a la fecha, ha expuesto totalmente a nuestro país a la volatilidad e incertidumbre de los mercados agrícolas internacionales, altamente dominados por los países desarrollados y por sus gigantescas corporaciones agroalimentarias cuyo único propósito es la maximización de sus ganancias. En este contexto, en el último año, el precio internacional de maíz se duplicó pasando de 80 a 160 dólares la tonelada de maíz en Estados Unidos debido a un crecimiento de la demanda para la elaboración de etanol y las crecientes importaciones de China. Asimismo, los fletes en Estados Unidos y en el mundo se elevaron a niveles récord. Frente a estos hechos, de todos sabido, el gobierno federal no reconoció los peligros potenciales para nuestra seguridad alimentaría ni su impacto en los precios internos y, por tanto, no tomó ninguna previsión ni medida alguna.
2.

Por el contrario, el gobierno federal a través de la Secretaría de Economía, la Sagarpa y ASERCA, provocó una escasez artificial de maíz blanco para consumo humano al autorizar y subsidiar el desvió de más de un 1.5 millones de toneladas de maíz blanco de la cosecha de otoño-invierno (junio-julio-agosto) del 2006 en Sinaloa para su exportación a Estados Unidos, Centro y Sudamérica y su utilización como forraje de animales para las grandes empresas pecuarias de Sonora, Sinaloa y Jalisco. Este gravísimo hecho acentuó aún más en México la escalada internacional de precios del maíz y alimento la especulación. El gobierno federal prefirió atender los intereses de Maseca y Cargill para autorizar la exportación con subsidios públicos para enfrentar la escasez y precios altos de maíz blanco en sus plantas de harina de maíz en Estados Unidos, Centro y Sudamérica. Asimismo, prefirió atender las demandas de los grandes empresarios pecuarios de Sonora (Bachoco, Grupo Masón), Sinaloa (Grupo Viz) y Jalisco para enfrentar los precios altos de importación de maíz amarillo y sorgo y poder comprar maíz blanco con subsidios públicos. Por su parte, Cargill compró y almacenó 600 mil toneladas de maíz de Sinaloa a 1,650 la tonelada, mismas que vieron incrementar su precio gracias a la determinación del gobierno federal de "secar" el mercado nacional de maíz blanco, pudiendo vender sus inventarios meses después a 3,500 la tonelada en el Valle de México. El gobierno federal, gobierno de empresarios para empresarios, prefirió atender los intereses minoritarios antes que el abasto nacional para consumo humano y antes que la economía y la seguridad alimentaria de los millones de mexicanos de más bajos ingresos que son los mayores consumidores de la tortilla. Este es un hecho que debe investigarse para deslindar responsabilidades de los funcionarios públicos involucrados.
3.

El incremento en los precios de la gasolina, diesel, gas y electricidad decretados por Felipe Calderón en diciembre pasado también impacto en los costos de transporte de maíz y elaboración de masa y tortilla.
4.

El gobierno federal ha impulsado la concentración anticompetitiva en los mercados agroalimentarios a raíz de la eliminación de Conasupo, de los precios de garantía, de la apertura comercial y de la privatización de la economía. Así, Maseca controla el 85% por ciento del mercado de la harina de maíz, Cargill la comercialización de maíz y otros granos y oleaginosas y controla el principal puerto de entrada de las importaciones graneleras en el puerto de Veracruz, Ferromex y Kansa City Southern controlan el transporte ferroviario. Este hecho, permite imponer precios y condiciones anticompetitivas al resto de las cadenas agroalimentarias, elevando aún más los precios a los consumidores finales y favoreciendo ganancias extraordinarias para las grandes empresas oligopólicas. Frente a esta realizada, el gobierno federal ni la Comisión Federal de Competencia han hecho nada. Los dueños de dichas empresas están estrechamente vinculadas en relación de complicidad, ayuda mutua y privilegios y cuenta con los servicios de expresidentes y exsecretarios de estado.
5.

El gobierno federal ha despreciado la organización de los productores para desarrollar su capacidad de participar en los mercados agroalimentarios, a través de la compactación de las cosecha y la administración de la oferta para equilibrar las desiguales condiciones del mercado, en las cuales millones de pequeños y medianos productores, desorganizados, dispersos, sin infraestructura, sin financiamiento, se ven obligados a rematar sus cosechas a un cuantos grandes compradores que tienen todo el poder, incluso el financiamiento preferencial de la banca de desarrollo. No obstante haber internos por avanzar en la organización de los productores para la comercialización, tal y como lo hacen en Europa y Estados Unidos, el la Sagarpa desapareció en 2001 el Programa de Fomento a Formación de Empresas Comercializadoras Agropecuarias (Profeca) y por caprichos del secretario de agricultura en turno durante dos años desviaron a otros rubros los recursos autorizados en acerca por la Cámara de Diputados para un programa de consolidación de empresas comercializadoras del sector social.
6.

Por otra parte, la industria nixtamalera-tortillera, responsable de la producción y venta del 50% de la tortilla en México ha carecido de los apoyos necesarios para su organización y modernización, a efecto de aumentar su eficiencia y calidad y no repercutir en el precio a los consumidores sus ineficiencias. El gobierno federal no ha hecho nada al respecto, por su complicidad con las empresas harineras (Maseca y Cargill), con el fin de debilitar, disminuir y eventualmente desaparecer a dicho sector y quedarse con todo el mercado de la tortilla en México.
7.

El gobierno federal ha renunciado a toda intervención y regulación del mercado de los alimentaos básicos y entregado la seguridad (o inseguridad) alimentaria de los mexicanos a una cuantas empresas oligopólicas. No existe una reserva de seguridad alimentaria para enfrentar las presiones especulativas o las catástrofes climatologías o geopolíticas que pudieran poner en riesgo la seguridad alimentaria y la economía de la mayoría de los mexicanos.

2.

¿Cuáles son las causas de fondo de la escalada de precios en las tortillas y otros alimentos básicos?

1.

Haber incorporado al maíz al TLCAN pese a las advertencias y oposición de la mayoría de los mexicanos. Salinas y Luis Téllez, ofrecieron unilateralmente al maíz mexicano en la mesa de negociaciones, sin siquiera haber sido solicitado por los negociadores estadounidenses. Para ellos, el maíz era una mercancía más y no un asunto de seguridad nacional.
2.

Haber apostado por la dependencia alimentaria en lugar de la soberanía alimentaria. Desde 1982, pero sobre todo a partir de 1994 con la puesta en vigor del TLCAN, los gobiernos federales han desmantelado la producción campesina de alimentos bajo el supuesto de las ventajas comparativas y de que las importaciones son más baratas que la producción nacional. Hoy vemos una consecuencia de esa falacia: ni tenemos importaciones baratas ni suficiente abasto nacional: estamos en el peor de los mundos.
3.

El capítulo agropecuario del TLCAN eleva a rango de ley constitucional la dependencia alimentaria, el desmantelamiento de la economía campesina y el control de nuestro sistema alimentario por las grandes corporaciones agroliamentarias estadounidenes.
4.

La imposición de un modelo de agricultura y alimentación basado en las grandes explotaciones, en el uso masivo de agroquímicos y de subsidios, de tecnologías riesgosas para la salud y el medio ambiente, de alimentos chatarra.

3.

Nuestras propuestas para enfrentar el alza de las tortillas en el corto plazo.
1.

Frenar las importaciones de maíz blanco e intervenir inmediatamente los inventarios de maíz blanco nacional pagados a precio justo, no especulativo, y ponerlos a disposición, con subsidio temporal, al sector molinero, con el compromiso de bajar y estabilizar los precios de la tortilla.
2.

En caso de requerir importaciones de maíz blanco temporalmente, antes del inicio de la cosecha de maíz de Sinaloa del otoño-invierno, las importaciones deberán realizarse por el gobierno federal para controlar su asignación a la industria harinera y nixtamalera, evitando la especulación de las importaciones tradicionales, y asegurando el control de los precios de la harina y la tortilla.

4.

Nuestras propuestas de fondo para enfrentar el alza de las tortillas y la inseguridad alimentaría de los mexicanos
1.

Impulsar un programa sexenal de fomento a la producción y productividad sustentable de maíz, principalmente en las regiones Altiplano y Sur-sureste (medidas y apoyos: entrega garantizada del Procampo con dos meses de anticipación a la fecha de siembras, integración de programas en torno a una sola estrategia, certidumbre en los ingresos objetivo antes de las siembras, agricultura por contrato para maíz blanco, inversión en organización de productores para la comercialización, infraestructura y financiamiento, vinculación estrecha con el INIFAP, no a la siembra de maíz transgénico, etc.)
2.

Aprobación por el Senado de la República de la minuta de Ley de Planeación para la Soberanía y la Seguridad Agroalimentaria y Nutricional (LPSSAN) aprobada en la Cámara de Diputados en la pasada legislatura.
3.

Aprobación por la Cámara de Diputados de la reforma para elevar a rango constitucional el derecho a la alimentación, aprobado por el Senado de la República en la pasada legislatura.
4.

Exclusión del maíz del TLCAN. Decreto Legislativo para ordenar al Ejecutivo Federal a iniciar las negociaciones formales para tal efecto con los gobiernos de Estados Unidos y Canadá.
5.

Decreto Legislativo para ordenar al Ejecutivo Federal, con base en el artículo 131 constitucional, a establecer un sistema permanente de administración de las importaciones de maíz a partir del 1º de enero del 2007, a efecto de que únicamente se autoricen importaciones en casos comprobados de desabasto.
6.

Programa sexenal de modernización de la industria nixtamalera-tortillera.
7.

Programa de acciones contra la concentración oligopólica y las practicas anticompetitivas en el mercado agroalimentario.
8.

Reforma de Aserca de conformidad con el numeral 248 del Acuerdo Nacional para el Campo.
9.

Reestablecimiento del papel rector del Estado para la estabilización de los mercados agroalimentarios, incluyendo la constitución y administración de una reserva nacional de seguridad alimentaria.
10.

Comisión especial de la Cámara de Diputados para investigar la responsabilidad de la Secretaría de Economía, la Sagarpa y Aserca de diciembre de 2000 a enero de 2007 en la inseguridad alimentaria nacional así como una auditoria especial de la ASF del manejo de cupos de importación de maíz y de los programas de Sagarpa-Aserca vinculados con la producción y comercialización de maíz en dicho periodo.

Atentamente

Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA)

Consejo Nacional de Organizaciones Campesinas (CONOC)

El Barzón-Alianza Nacional de Organizaciones de productores Agropecuarios y Pesqueros (ANPAP)

* AMUCSS, ANEC, CEPCO, CNOC, Red Mocaf, FDCCh, MAÍZ, UNOFOC.
**

Pretenden Monsanto y autoridades a su servicio aprovecharse de la crisis de la tortilla

Boletín 0702 / 17 de enero de 2007

En el marco de la crisis de la tortilla, la transnacional Monsanto quiere llevar agua a su molino, promoviendo sus maíces transgénicos como "soluciones" y aprovechando la complicidad de algunos funcionarios, advirtió Greenpeace.

A la errónea decisión de incrementar las importaciones de maíz procedentes de Estados Unidos, ahora se suma el hecho de que Alberto Cárdenas, secretario de Agricultura y promotor de transgénicos, ha comenzado a hacer afirmaciones sin sustento científico para impulsar la siembra de los maíces transgénicos en México. Y al lado del funcionario, Monsanto aprovecha la actual crisis en el precio de la tortilla para nuevamente presionar para que se aprueben sus solicitudes para sembrar maíz transgénicos en nuestro país, centro de origen y diversidad de dicho grano.

"Los beneficios que promete Monsanto son falsos, los ha venido repitiendo desde hace 20 años para imponer su tecnología patentada en nuestro país. Pero lo más grave es que el secretario Alberto Cárdenas los repita y se comporte como agente de ventas de esa empresa", dijo Areli Carreón, de la campaña de transgénicos de Greenpeace México.

Aquí se mencionan y se aclaran las falacias con que Cárdenas y Monsanto buscan engañarnos e impulsar la siembra de transgénicos como solución a la crisis del maíz:

1. "Las semillas transgénicas son la solución de fondo para aumentar rendimientos y abastecer el mercado nacional de maíz". REALIDAD: la producción de maíz en México no es insuficiente, a pesar de las políticas públicas de los últimos sexenios, que han sumido al campo en una crisis. En 2006 México produjo 22 millones de toneladas de maíz blanco, de las que por lo menos 2 millones eran excedentes. La actual crisis de los precios es especulativa pues no se debe a falta de producción. Un reporte de 2006 del propio Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) reconoce que los rendimientos de los transgénicos no son mayores a los de las variedades híbridas convencionales (1), en tanto que diversos estudios demuestran que los transgénicos presentan rendimientos más bajos que las variedades convencionales de maíz bajo condiciones de sequía, al tiempo que incrementan el uso de agrotóxicos.



2. "Para producir más en la misma superficie se requieren semillas transgénicas".

REALIDAD: Para producir más se requiere inversión en la infraestructura de riego, el uso de variedades de maíz adaptadas a las distintas condiciones de suelo y clima y un programa de apoyo técnico y financiero a los productores, el problema no son las semillas. Las semillas transgénicas requieren condiciones de producción que NO se dan en la mayor parte del territorio nacional, como son la siembra en grandes superficies planas e irrigadas de monocultivo, con alta tecnificación y capacidad de inversión en un paquete tecnológico.

3. "Se requieren semillas transgénicas que resistan plagas y cambios climáticos"REALIDAD: En el mundo sólo existen tres tipos de transgénicos a escala comercial: los que producen insecticida Bt para insectos lepidópteros y el gusano de raíz; los que toleran mayores cantidades de herbicida y los que presentan ambas modificaciones. Los transgénicos NO son semillas mágicas: no controlan todas las plagas y de hecho, ni siquiera son viables bajo las condiciones de producción características de México. De acuerdo con el estudio Maíz y Biodiversidad (2), ninguno de los transgénicos existentes resuelve los problemas del campo mexicano ni "responden a las necesidades más urgentes de los campesinos mexicanos". No existe un sólo transgénico comercial que resista a la sequía o que responda a los cambios climáticos. Las semillas mejor adaptadas para tolerar sequías, cambios del clima y estrés ambiental son precisamente las variedades nativas de maíz, del que nuestro país es centro de origen y biodiversidad, de ahí la urgencia de proteger esta riqueza genética libre de riesgos y libre de patentes corporativas.

De acuerdo con el doctor Antonio Turrent, del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), en los próximos 20 años con una correcta política agrícola de inversión en el campo, México tiene potencial para producir hasta 40 millones de toneladas anuales sin utilizar transgénicos, ni poner en riesgo las variedades locales y garantizando la soberanía alimentaria (3).

"Los transgénicos son rechazados en México porque se desconocen qué efectos nocivos pueden tener en la salud de los consumidores y en el medio ambiente, porque su uso pone en inminente riesgo de contaminación a las variedades mexicanas; porque asegura la dependencia alimentaria de nuestro país hacia corporaciones extranjeras como Monsanto, ADM y Cargill y porque significa un mayor empobrecimiento de los campesinos mexicanos. Antes que promover los negocios de estas transnacionales, el secretario Cárdenas debe proteger los intereses y el patrimonio de los mexicanos", afirmó Carreón.

Notas:

1. The First Decade of Genetically Engineered Crops in the United States USDA, abril, 2006, página 9 elaborado por Jorge Fernández-Cornejo y Margriet Caswell.

2. http://www.cec.org/pubs_docs/documents/index.cfm?varlan=espanol&ID=1647

3. Antonio Turrent es uno de los expertos más destacados sobre el maíz. Para contactarlo escribir a aturrent@att.net.mx o al cel. O4455 2128 9957. Y ver A., Turrent, R. Camas, A. López, M. Cantú, J. Ramírez, J. Medina y A. Palafox, Producción de maíz bajo riego en el Sur-Sureste de México: I. Análisis Agronómico. Agric. Tec. Mex.30(2):145-152 y Producción de maíz bajo riego: II. Desempeño financiero y primera aproximación Tecnológica. Agric. Tec. Mex. 30 (3):205-22.



Para mayor información comunicarse con Cecilia Navarro a los teléfonos 5530-2165 ext. 220 y al 04455-5172-9869 o visitar la página www.greenpeace.org.mx.

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enero 14, 2007

La nueva guerra de la tortilla por Luis Hernández Navarro /La Jornada 12 de enero, 2007.

Durante su primer baño de pueblo desde que tomó posesión, Felipe Calderón resultó empapado. "¡Que bajen el precio de las tortillas y la leche, si no luego ya no vamos a tener que comer!", le gritó una mujer en el municipio de Chalco, en un acto con el mandatario. Otras más siguieron con los reclamos.
¿Por qué se ha incrementado el precio de la tortilla? Por tres razones básicas. Primera y más importante, por el acaparamiento y la especulación del maíz blanco por parte de los grandes monopolios agroindustriales. Segunda, por el incremento en insumos básicos para la producción, traslado e industrialización del grano: diesel, electricidad y gasolina. Tercera, por la subida del precio del maíz en el mercado mundial, como resultado de su uso en la producción de etanol.
México es el cuarto productor mundial de este cereal. El año pasado cosechó 22 millones de toneladas, principal aunque no exclusivamente de grano blanco. Se trata de un volumen muy lejano al producido por Estados Unidos: 280 millones de toneladas durante 2005, en lo esencial de maíz amarillo. Este país controla más de 70 por ciento del mercado mundial de esta semilla.
A diferencia de la mayoría de los países productores que utilizan sus cosechas como forraje, en México, así como en parte importante de América Latina, el destino del grano es el consumo humano. Somos una cultura nacida del maíz.

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Necesario, impedir la liberación del maíz transgénico, dice investigadora

Aún se desconocen los peligros que esos organismos puedan ocasionar, señala
JOSE GALAN
El actual esquema de normatividad y regulación de organismos genéticamente modificados (OGM) no resuelve satisfactoriamente la incertidumbre ligada con las evaluaciones de riesgos, mucho menos las preocupaciones de la sociedad, afirmó Elena Alvarez-Bullya, investigadora del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (IE-UNAM)
Por ello, propuso que, al no conocerse en detalle los peligros de ese tipo de organismos, resulta necesario mantener la moratoria de su liberación al entorno. En el coloquio Ciencia y Etica en la Globalización, planteó que se requiere más investigación, capacidad institucional para monitoreo y estimación de afectaciones.

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Detrás de las importaciones, el gobierno promueve la siembra y el consumo forzado de maíz transgénico

Boletín 0701 Greenpeace/ 12 de enero de 2007
La propuesta del gobierno federal de aumentar las importaciones de maíz de Estados Unidos en 450 mil toneladas adicionales para paliar el aumento en el precio de la tortilla no resolverá las causas del incremento de precio del maíz, y en cambio incrementará las posibilidades de contaminación transgénica del maíz mexicano y nos forzará a consumir un maíz riesgoso y de mala calidad, alertó Greenpeace.
La organización ambientalista explicó que el aumento en el precio del maíz se debe a múltiples factores: el alza en la demanda del maíz en Estados Unidos para producir etanol; el control y especulación de precios que ejercen corporaciones tanto nacionales, como Maseca, como transnacionales, como Cargill y la National Corn Growers Asocciation, de Estados Unidos, entre otros; las inadecuadas políticas del gobierno mexicano que han generado una dependencia de nuestro país hacia las importaciones de alimentos; la desaparición de Conasupo, la falta de apoyo a los productores de maíz y la falta de precios de garantía, entre otros.
"Queremos advertir que aumentar la dependencia de México a las importaciones de maíz, base de nuestra alimentación, es la forma más segura de ceder nuestra seguridad y soberanía alimentarias y nuestra autonomía política y económica a Estados Unidos. Lo que el gobierno federal tiene que hacer frente al escandaloso aumento de precio del maíz es ir a las causas de fondo, es decir, fomentar y defender la producción nacional de maíz blanco, para asegurar que contemos con suficiente grano de alta calidad, no transgénico y a precios accesibles, además de crear oportunidades de empleo e ingresos en las zonas rurales. Asimismo, se debe evitar el control monopólico del grano, que ahora está en manos de empresas como Maseca, Cargill y los supermercados, cuyo fin es el lucro y no el bienestar popular", dijo dijo Areli Carreón, de la campaña de transgénicos de Greenpeace.
Cabe señalar que en Estados Unidos sólo se cultivan cada año 2.5 millones de toneladas de maíz blanco que es el que los mexicanos consumimos. El resto de la producción de ese país, 285 millones de toneladas de grano al año, corresponden al maíz amarillo, el cual tiene más de 1,500 usos industriales entre los que destacan el forraje animal, la fabricación de derivados para la industria alimenticia, de plásticos y recientemente de etanol. Los productores de maíz estadounidenses llaman al maíz "cash crop", pues su producción está altamente subsidiada por su gobierno y su venta está asegurada, por lo que prácticamente siembran dinero en efectivo.
Además de ser de un tipo de grano que en México se usa para alimentar animales y no para hacer tortillas, más de la mitad de todo el maíz norteamericano es transgénico. De acuerdo con cifras de la National Corn Growers Association de Estados Unidos (1) el 52 por ciento de toda su producción de maíz ha sido modificada genéticamente.
"Es preciso recordar que los estudios tomados como válidos en México para permitir el consumo humano de maíz transgénico han sido elaborados para el consumo de los estadounidenses, que es totalmente distinto al de los mexicanos: nuestros vecinos sólo comen maíz indirectamente (al consumir carne de animales alimentados con este grano) o con una alta industrialización (aceite, harinas y otros derivados). Los mexicanos, en cambio, comemos maíz directamente todos los días no sólo como tortillas sino preparado en más de 300 formas. Los efectos de mediano y largo plazo que puede haber en los consumidores por comer diariamente maíz transgénico son desconocidos y no hay ningún estudio en curso para valorarlos; por lo que los riesgos para la población no se pueden prever. Es inaceptable que el gobierno pretenda forzarnos a comer maíz transgénico, sin tomar esto en cuenta", dijo Carreón.
Además de los riesgos económicos y como consumidores, hay que tener presente que estas importaciones incrementarán el riesgo de contaminación de las variedades mexicanas del maíz, grano del que nuestro país es el centro de origen y biodiversidad.
"Mientras las políticas públicas del gobierno federal no tengan como prioridad proteger la producción nacional de alimentos de calidad y precio accesible para la población, nuestro país será víctima de alzas, desestabilización y desabasto que ya estamos padeciendo y que benefician a particulares y extranjeros, o nos veremos forzados a consumir transgénicos que implican un gravísimo riesgo ambiental y riesgos desconocidos para los consumidores. Es urgente aplicar políticas públicas de agricultura sustentable y soberanía alimentaria que garanticen la producción limpia y suficiente de alimentos sanos para todos", concluyó Carreón.
Notas:
(1) Ver reporte"The World of Corn 2006" en http://www.ncga.com/WorldOfCorn/main/consumption2.asp

enero 10, 2007

Aumento en el precio del maíz desata una espiral inflacionaria

[El Financiero]

Aumento en el precio del maíz desata una espiral inflacionaria
Lourdes Edith Rudiño
Martes, 9 de enero de 2007


* Se dispara la tortilla hasta 12 pesos por kilo.
* Escasez del grano en el mercado nacional.
* Quiebran expendios y pequeños nixtamaleros.


La tortilla, un producto altamente sensible para la población mexicana,
continúa encareciéndose, y ha llegado ya a niveles de 12 pesos el kilo
(en municipios de Guerrero), casi el doble de hace un año.

Valentín Solís, representante de la Unión Nacional de Industriales de
Molinos y Tortillerías, afirmó que las alzas se sustentan en la espiral
inflacionaria que ha sufrido el maíz y que se agudizó en los últimos
tres meses, periodo en que el grano cotizado en EU -el que da la
referencia internacional- pasó de poco más de 80 a 145 dólares por tonelada.

Pero también los motivos están en que hay una escasez real de maíz -pues
la cosecha actual nacional del grano blanco, del ciclo primavera/verano,
"se redujo en un 30 por ciento, según estimo"- y en que se ha
incrementado la demanda de este cereal por parte de los productores
pecuarios y fabricantes de alimentos balanceados.

Los precios en campo de maíz blanco están en dos mil 400 pesos la
tonelada, contra mil 900 o dos mil de hace tres meses, y en comparación
con unos mil 500 de hace un año.

Alarma

Solís señaló que entre los industriales de la tortilla hay alarma, pues
la población ha reaccionado buscando sustitutos de este alimento, y el
resultado es la caída en la venta de tortilla y la quiebra de expendios
y de nixtamaleros pequeños y medianos.

La Unión -que agrupa a 15 mil nixtamaleros y molineros responsables del
abasto de tortilla en el Valle de México, el Bajío, Jalisco y el Estado
de México- está buscando soluciones.

Su propuesta es que las autoridades de Economía y de Agricultura se
reúnan con las cadenas del maíz (agricultores, tortilleros, pecuarios,
almidoneros) para establecer fórmulas que prevengan una escasez del
grano en el corto plazo.

"El problema ahorita ya no es tanto el precio, sino la disponibilidad.
Creemos que antes de febrero deberían autorizarse importaciones de maíz
de EU por unas 500 mil o 600 mil toneladas, y ni modo, tener tortillas
de maíz amarillo, porque no hay oferta de blanco en EU, o, en su caso,
que las autoridades organicen la importación del grano amarillo para uso
pecuario y que el blanco se reserve sólo para el consumo humano."

Víctor Suárez, director de la Asociación Nacional de Empresas
Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC), coincidió con Solís
en que el encarecimiento del maíz es un asunto estructural (generado por
su uso creciente para producir bioenergía, etanol), y afirmó que el
problema para México es "una crónica de un desabasto anunciando, de una
crisis anunciada".

Esto, porque los gobiernos neoliberales y los industriales usuarios del
maíz apostaron a las importaciones de grano barato, sin considerar
consecuencias como las que hoy vivimos: de carestía, escasez de
reservas, y posibles desabastos.

No obstante, Suárez rechazó la propuesta de importaciones de grano
amarillo para consumo humano, pues es transgénico. "Hay una norma
mexicana que determina que el maíz para tortilla debe ser blanco, y
también el reglamento de cupos de importación lo dice."

Según Solís, la cosecha actual, la del ciclo primavera/verano 2006,
resultó corta, sobre todo porque en el Bajío hubo un cambio de siembras
hacia sorgo, y eso afecta la oferta. Pero las cosechas (estimadas por la
Sagarpa en más de 16 millones de toneladas) fueron normales.

Dijo que se observa un problema de oferta, porque consumidores pecuarios
que tradicionalmente no importan grano amarillo, que son pequeños, están
comprando mayores cantidades de maíz blanco de lo normal, dada la
previsión de que los precios internacionales de la gramínea continúen
encareciéndose.



UNIMT

Valentín Solís

Los precios en campo de maíz blanco están en dos mil 400 pesos la
tonelada, contra mil 900 o dos mil de hace tres meses, y en comparación
con unos mil 500 de hace un año

ANEC

Víctor Suárez

Los gobiernos neoliberales y los industriales del maíz apostaron a las
importaciones de grano barato, sin considerar consecuencias como las que
hoy vivimos: de carestía, escasez de reservas, y posibles desabastos