agosto 23, 2009

HUAMIL

RAÍZ Etimológica: Huacmilli: Huácqui = seco, Milli = Campo cultivado
Parcela ya cosechada donde ha quedado el rastrojo seco

(Nahuatlismos. Vocabulario de palabras Náhuatl en el español de México.Carlos Sandoval Linares 1996)
Intervención con milpas secas en el muro divisorio entre México y E.U. 22/8/09





Fotografías: Cesar Vásquez


VAMOS AL GRANO

México se acaba donde el maizal muere
Gabriela Mistral


Ir al grano es ir a lo medular, ir a lo medular es ir a los huesos.

Se dice que los mexicanos somos hijos del maíz y es en su propia constitución que nos describe la relación intrínseca que tenemos con él, como el hecho que sea necesario desgranarse a mano para su reproducción, ya que no tiene un mecanismo propio para hacerlo. La nixtamalización (hervir el maíz con cal) por ejemplo retira la parte nociva para el ser humano, contenida en la cascara, al mismo tiempo, los cambios químicos incrementan sus cualidades nutricionales y le dan flexibilidad a la masa; por tanto el gran atributo del maíz es la conciencia del error, que se corrige perpetuamente para alimentar. Es sin duda una obra de arte orgánica, a través de su ingesta se reafirma nuestra parte indígena y es en la práctica cotidiana que se renueva la tradición.

Pareciera como si nuestros ancestros, al dejar de moverse guíados por sus necesidades hacia donde la naturaleza le otorgaba las mejores opciones, y al descubrir la facultad que tenía para cultivar la semilla, decidiera en el maíz dejar su experiencia pasada y su percepción de las ventajas y desventajas que el sedentarismo le ofrecía, para dejar dicho:

Esta semilla en mazorca robusta de cualidades nutricionales únicas, no comparable a ninguna otra semilla conocida, que puede alimentar a millones de personas gracias a que en su calidad de nómada respeta las diferencias del lugar al que llega, no exige que se preparen las condiciones necesarias para reproducirse, si no que reconoce terreno, coopera, se adapta, convive y se mezcla y de ahí surge algo distinto con el tono del lugar, de los seres vivos que ahí habitan, sin perder por ello sus características inmutables. Todos estos atributos son el logro del esfuerzo y la correcta relación entre el ser humano y la naturaleza y es el maíz dependiente del hombre, como lo es el hombre del maíz.

Surgen así las prácticas de las grandes culturas que hablan de este vínculo indisoluble y que hoy nos llega esta voz como un susurro apenas perceptible.

A finales de este mes el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) dará a conocer a las transnacionales la decisión de permitir o no la liberación al medio ambiente de su maíz genéticamente modificado.

A pesar de que no se han hecho estudios serios de los daños que pueden ocasionar a la salud, y que los científicos mexicanos habían logrado pasar una ley que prohibía los cultivos transgénicos en México por ser el centro de origen del maíz, para la protección de las semillas nativas, todas las dependencias involucradas firmaron para romper este candado y poder evaluar si puede Monsanto pueda entrar a nuestro país con siembras experimentales, de ser a si quedarían pocas esperanzas para que los maices nativos sobrevivan a la contaminación, en México somos los guardianes de un patrimonio mundial ya que gracias a la mezclas de nuestra semillas se mantienen sanas las especies de varios países consumidores de este alimento.

A través del tiempo muchas sociedades humanas han desparecido debido a cambios climáticos y la desaparición de especies vivas, pero en nuestro territorio gracias a este grano, que George Baudot calificara como “el cereal milagroso inventado por los indios americanos”, se pudo alimentar a una población de cerca de veinte millones de personas que habitaban Mesoamérica antes de la llegada de los españoles.

Desde la aparición del maíz en estas tierras muchos son los cambios que ha sufrido, los esfuerzos de las investigaciones que han encaminado los pueblos han sido para producir más y satisfacer “la apremiante necesidad de alimentar a los millones de personas que habitamos en este planeta”. Estos esfuerzos cada vez se alejan más de la idea original del autoabasto y es el afán de control de este patrimonio de todos lo que interesa, esto ha llevado al despojo de las tierras y a la modificación de las técnicas agropecuarias que no respetan los periodos y necesidades de la tierra, al contrario la envenenan con todo tipo de pesticidas.

Las tecnologías que impulsan los cultivos Transgénicos, no respetan diferencias, uniforman, tienen prisa, obvian las enseñanzas de los que se fueron; son basadas en la ilusión de aislamiento que lleva a desarrollar mezclas arbitrarias inimaginables, desarrollando una construcción orgánica de fragmentos inconexos, un armado violento, según Monique Robin en su investigación que sustenta el libro, El mundo según Monsanto, para que un gen insecticida se introduzca en la planta utilizan un cañon que bombardea bolitas de oro donde se fijo el gen, ya que el organismo lo rechaza, de1000 celulas bombardeadas en 1 se fija, a este coctel se añaden genes de animales y de bacterias, eventos que no sucederían jamás fuera de un laboratorio.

El transgénico es un alimento capitalista basado en la idea de la división entre lo humano y la naturaleza una visión de superioridad, que no respeta la muerte, la quiere evadir pero como no puede ejercer su dominio se autodestruye y en esta privatización de la muerte decide por los demás generando un suicidio colectivo, sin consultarnos e ingnorando las voces ciudadanas que nos oponemos a ello.

México hoy importa alrededor de 10 millones de toneladas de maíz proveniente de Estados Unidos aún teniendo todas las capacidades para auto abastecernos. Somos dependientes de ese maíz irónicamente.

Convivimos en nuestra ciudad con un símbolo que constantemente nos recuerda el efecto de la perdida gradual que vivimos de la soberanía alimenticia, un muro arbitrario que lleva el recuento de miles de personas que mueren en el intento de una vida mejor.

El pasado 22 de Agosto hicimos una intervención en la linea con algunas plantas secas de la milpa de María Farías habitante de la colonia Laderas de Playas quien amablemente me las regaló. Son treinta y un plantas. La intervención consistió en colocarlas intercaladas con las cruces de los migrantes evidenciando nuestro vinculo, con una particularidad, las raíces fueron colocadas hacia arriba. Lleva por título Huamil que en idioma Nahuatl significa: Parcela ya cosechada donde ha quedado el rastrojo seco.

Extraer de raíz va en correcta relación con las políticas de exterminio hacia los pueblos indígenas y advierte un futuro no deseado, por que de permitirse lo cultivos transgenicos en nuestro territorio, arrancaría los cimientos de un legado cultural que ha perdurado por alrededor de 10,000 años.

Exigimos a las secretarías de Medio Ambiente, Agricultura, Economía, Educación y Salud cuiden nuestro patrimonio y cancelen toda posibilidad de que los cultivos de maíz trangenico entren a México.

Claudia Ramírez.

Sembramos en la linea 3 semillas criollas con la señal que se muestra en la foto se puede ubicar donde, solicito ayuda de las personas que pasen por el camino al aeropuerto para regarla, si alguien lo hace por favor avíseme al correo: enmaizad@gmail.com


algunos artículos para consulta:
Ciberacción promovida por greenpeace
La contaminación legal del maíz en México
Entrevista a Marie Monique Robin

publicado el jueves 27 de Agosto 09 en Bitacora



Lugar donde sembramos

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